Limpieza
Limpieza de Morrillos
En este primer escrito veremos qué hicimos para intentar darle el aspecto original a una pareja de morillos antropomorfos.
Los morillos son fundamentales en el hogar de cualquier chimenea, ya que son los que sustentan los troncos para que se puedan quemar.
Por su función y ubicación, es habitual encontrarlos sucios. La pareja que hemos limpiado están hechos en bronce y hierro.
Lo primero que realizamos fue desmontarlos, siempre que queramos limpiar cualquier objeto en profundidad ha de intentarse desmontar sus partes, siempre evitando dañar o romper la pieza a limpiar.
Una vez desmontados, metimos las partes de bronce en una solución de agua caliente con vinagre y la dejamos actuar entre 5 y 10 minutos, los sacamos de la solución y los introdujimos en agua para neutralizar el vinagre y frotamos con un estropajo que no fuera metálico hasta que las piezas recuperaron su dorado original, una vez conseguido, se secaron con un trapo limpio. Con la pieza de hierro, se montó en un gato para fijarla y con la ayuda de un cepillo puesto en la cabeza de un taladro eléctrico se le quitó todos los restos de óxido que tenía, tras cepillarse y limpiarlo, se le aplicó vaselina que evitara que se volviese a oxidar.
Tras todos estos pasos, nos quedó volver a montar los morillos.
Ya teníamos los morillos listos para su exposición y venta.
Materiales usados:
- Solución de agua y vinagre.
- Agua.
- Estropajos.
- Trapos.
- Cepillo de alambre y taladro eléctrico.
- vaselina.
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